🎓 Pautas para una “vuelta al cole” atípica

 La vuelta al colegio en septiembre será atípica, ya que los alumnos llevan meses sin pisar la escuela. Por ello, la adaptación al nuevo curso escolar será “más dificultosa y con un estrés adicional”. Desde este punto de vista, padres y docentes deberán tener “calma y paciencia. Cada niño o niña necesitará su tiempo de adaptación”, según el psicopedagogo y profesor en el grado de Psicología en nuestra universidad, Ramón Novella. 

Fecha: divendres, 31 de de juliol de 2020 a las 12:30h

Pautas para una vuelta al cole atípica

La vuelta al colegio en septiembre será atípica, ya que los alumnos llevan meses sin pisar la escuela. Por ello, la adaptación al nuevo curso escolar será “más dificultosa y con un estrés adicional”. Desde este punto de vista, padres y docentes deberán tener “calma y paciencia; cada niño o niña necesitará su tiempo de adaptación”, según el psicopedagogo y profesor en el grado de Psicología de nuestra universidad Ramon Novella. 

Cuando lleguen los alumnos en septiembre se encontrarán las aulas cambiadas y “las dinámicas de las escuelas serán diferentes, adaptadas a la situación de excepcionalidad que vivimos”.  

En este sentido, la comunicación es clave, ya que ayuda a anticipar escenarios como el de un segundo confinamiento. Por eso, Novella ve conveniente hablar con los niños de que “puede pasar de todo” y de que “la evolución de los acontecimientos nos puede llevar a un segundo confinamiento”. La situación “ya no será nueva”, por tanto, hay que “prever y avisar de que se pueden volver a encontrar en la misma situación”. 

La consigna es hablar y comunicar, lo que incluye escuchar “lo que los niños piensan y cómo ven la situación”. Como afirma Novella, “cada niño es único” y hay que observar “cómo vive de manera particular esta situación”. 

En cuanto a cómo afrontar las novedades, este experto apunta que, aunque los niños “se adaptan con facilidad a las nuevas realidades y los profesores serán los mismos, sí que es necesario transmitirles que encontrarán situaciones nuevas”. Asimismo, el mensaje debe ir acompañado de la certeza de que siempre tendrán “la ayuda de todos, familia y maestros”. 

Menos estresados que sus padres  

Para los niños, el volver a clase está ligado al reencuentro con los amigos, lo que les hace más llevadera la experiencia, apunta Novella. Por ello, en general, no suelen vivir con angustia los días previos y, si lo hacen, esta reacción es, frecuentemente, un espejo del ejemplo que ven en sus padres.  

Como explica este experto, “el síndrome postvacacional de los niños viene generado por sus propios padres”. Estos deben ser conscientes de la imagen que transmiten. “Han de procurar dar ejemplo con su comportamiento. Si continuamente están transmitiendo el pesar por el final de las vacaciones y la vuelta al trabajo, quieran o no, estarán generando en sus hijos la misma actitud de queja y negativismo”.  

Como se ha señalado, el niño no tiene por qué vivir con estrés la vuelta al cole, pero, si fuera el caso, hay síntomas que ayudan detectarlo. “La comunicación difícil, el rechazo a hablar del nuevo curso, los nervios, las dificultades en el sueño o en la alimentación son señales de alerta”, apunta Novella. 

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