🎓 “Será duro, pero todo sea por ayudar y pasarlo bien”

Santiago Vallvé es un alumno del Grado de Dirección de Empresas de nuestra universidad y fue precisamente en la facultad donde descubrió una experiencia que le cambiará la vida. Durante el primer curso de carrera, un alumni de la Universtitat fue a clase a explicar que iba a participar en un raid solidario exclusivo para estudiantes: la UNIRAID. Desde ese momento, la idea de participar le empezó a rondar por la cabeza. Hasta el día de hoy, que ha decidido presentarse a la 7ª edición de la UNIRAID 2018 junto a un amigo, Ferran Valls. Los dos juntos se adentran en esta aventura única, en la que nuestra universidad es un ente colaborador, durante 9 días por Marruecos con un coche de más de 20 años y sin GPS.  

­¿Cómo le explicáis a vuestras familias que os vais a correr un raid en un coche de 27 años sin GPS durante 9 días por Marruecos?

Ellos me decían que vale porque pensaban que no lo haría. Y cuando les dije que este año lo haríamos de verdad, no creían que fuera capaz de gastarme todo el dinero y que sería complicado encontrar financiación. Hasta que no compramos el coche, no empezaron a darse cuenta de que iba en serio, que la cosa iba cogiendo forma y que sí participaríamos.

­¿Es la primera vez que participáis en una carrera de estas características? ¿Cómo os habéis preparado?

Es la primera vez. Desde la organización te ayudan mucho.  Antiguos participantes te explican cómo te tienes que preparar y te comentan ciertas cosas clave. Como, por ejemplo, llevar muchos bolígrafos porque se pierden muy fácilmente o Velcro para el coche.

A priori, ¿cuál crees que va a ser vuestro mayor problema? ¿Habéis navegado alguna vez con una brújula?

La orientación. Los dos por separado nos orientamos muy bien pero cuando nos juntamos no hay manera. El tema de la brújula es el problema que tenemos. Solamente he utilizado una brújula una vez para orientarme cuando iba al colegio. Y claro, era a un nivel muy sencillo.

­¿Cuál de las 7 etapas veis más complicada?

La que tenemos que hacer de noche porque ya no veremos más allá de 50 o 100 metros y muchas veces te dicen que tienes que girar a la izquierda 20 grados después de un puente o una palmera. Buscar estos distintivos va a ser lo más complicado. Aparte del frío, ya que es un coche antiguo que no tiene calefacción, pero estas también son las cosas divertidas del viaje.

­El primer día, os encontraréis con dunas, ríos de arena, nieve y barro. ¿Cuál de estos obstáculos os da más respeto? ¿Cómo le vais a hacer frente?

La arena y las dunas, porque no son superficies duras. Nosotros hemos conducido por la nieve y por el barro también, porque son circunstancias que te puedes encontrar por aquí fácilmente. En los otros obstáculos deberemos guiarnos por nuestra experiencia y por los consejos que nos den los compañeros.

El trabajo en equipo es fundamental. Entre mi compañero y yo es muy importante, pero con los demás concursantes también.

­¿Fue complicado encontrar un coche que cumpliera con las características de la competición? Cuéntame cómo fue ese proceso.

Sí, fue difícil porque, en principio, todos los coches antiguos no se utilizaban. Entonces, íbamos a ver coches pero a lo mejor hacía dos años que el coche estaba parado y la reparación era mucho más cara. Después de mirar unos cuantos más, la estética del coche y el buen estado en el que estaba nos hicieron decantarnos por él.

­¿Tenéis conocimientos de mecánica?

Mi amigo es ingeniero químico y él sabe alguna cosa más que yo. Nos hemos repartido el trabajo, yo me encargo de hablar con los patrocinadores y negociar. Mientras que él es quien se ha encargado más del coche. Y le tengo que dar las gracias porque sin él el coche no estaría preparado.

­El objetivo de la UNIRAID es terminar las 7 etapas y entregar 30 kg de material solidario a aldeas marroquíes. ¿Cómo habéis conseguido tal cantidad de material?
Por ejemplo, hay un gimnasio que nos ha estado ayudando. Allá conseguimos tres cajas grandes de material. Después, fuimos a hablar con ‘Ilusions’, una organización que también nos ha dado un par de cajas. Y el resto nos lo ha dado gente particular, como pelotas de fútbol, ropa,…

­¿Os ha costado mucho conseguir patrocinadores? ¿Habéis recibido ayuda por parte de la Universitat?

Al principio fue muy difícil. El primer patrocinador fue el más fácil porque es el padre de un amigo. Pero, aun así, tardamos cerca de dos meses en conseguirlo. Y una vez ven que ya tienes uno o dos patrocinadores, los demás posibles colaboradores ya se lanzan a participar.

Desde la Universitat se han portado muy bien con nosotros. Nos han donado una buena aportación y, aparte, como alumno, me han dado facilidades para las clases, los exámenes y en todo lo que se refiere  a la vida universitaria.

­¿Qué opinas sobre el objetivo principal del proyecto UNIRAID, que es fomentar el carácter emprendedor en los estudiantes?

Se trata de hacer un proyecto desde cero, por el cual te tienes que ir moviendo y debes tocar puerta por puerta para vender el proyecto. Es muy parecido al proceso de creación de una empresa, donde tienes que buscar financiación.

­¿Crees que esta experiencia os va a cambiar?

Sí, cambiará tanto la relación de amistad que tenemos como a nivel individual. Estamos acostumbrados a dar las cosas por sentadas, como el hecho de tener luz, agua o gas, y ellos ahí no tienen casi nada. Será un contraste muy grande en la educación, los hábitos y los diferentes estilos de vida.

­¿Qué esperas de esta aventura?

Ver el contraste y pasármelo bien. Es una aventura con un amigo, por el desierto y estás solo. Lo único que sabes es que estás localizado. Te tienes que espabilar y apañártelas cómo puedas siendo ingeniosos. Y si se rompe alguna cosa, cinta americana y a seguir o paras porque ya no puedes más. Será duro, pero es una semana, una experiencia y todo sea por ayudar y pasarlo bien.

¿Cuándo partís hacia Tánger?
Nos vamos el viernes que viene, el 23 de febrero.

¡Muchas gracias y mucha suerte!
 

Por Anna Casas, estudiante de Periodismo